Ha sido realizada por, una ya ex alumna del cole, Rocío Álvarez
La celiaquía o enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune caracterizada por una inflamación crónica de la parte proximal del intestino delgado o yeyuno, causada por la exposición a la gliadina, una proteína vegetal de algunos cereales en la dieta y componente del gluten (proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno, el triticale, el kamut, la espelta y posiblemente la avena —por cuestiones de contaminación cruzada—). Al ser expuesta a la gliadina, la enzima transglutaminasa tisular modifica la proteína y el sistema inmune del individuo hace una reacción cruzada en contra del intestino delgado, causando una reacción inflamatoria que causa aplanamiento de las vellosidades que recubren el intestino e interferencias en la absorción de nutrientes.
Las primeras descripciones sobre celíacos fueron realizadas en la segunda mitad del siglo segundo después de Cristo, por Areteo de Capadocia médico helenístico. En ellas Areteo hacía referencia a sujetos desnutridos, con deposiciones abundantes y malolientes, que empeoraban cuando ingerían trigo, un cereal cultivado por la humanidad desde hace sólo 15.000 años en relación con, por ejemplo, las frutas o los pescados que nos acompañan naturalmente desde siempre.La palabra griega que empleó para identificar a los pacientes fue koiliakos (de la cual deriva ‘celíaco’), que originariamente significa ‘los que sufren del intestino’.
No es hasta diecisiete siglos después donde encontremos una descripción más precisa sobre la celiaquía. Médicos y especialistas profetizan que «la regulación de la alimentación es la parte más importante del tratamiento».
Posteriormente, se descubren las lesiones intestinales que ocasiona la enfermedad (atrofia vellositaria) y relacionan la ausencia de gluten en la dieta de los enfermos como signo de mejoría, alegando finalmente este cereal como causa de la patología.
En condiciones normales todo alimento ingerido debe pasar por un proceso de digestión que lo degrade en partículas más pequeñas para que éstas puedan ser luego absorbidas. Esta absorción de alimentos tiene lugar en el intestino delgado y para que esto sea posible es necesaria la existencia de vellosidades. Cuando la longitud del vello se acorta, la absorción se reduce y la nutrición de la persona queda comprometida.
Y es esto precisamente lo que sucede con los celíacos, que sufren de un acortamiento de estas raíces, lo que provoca una intolerancia al gluten.
Los síntomas incluyen diarrea crónica, retraso del crecimiento y/o del desarrollo infantil, fatiga, erupciones en la piel, pérdida de peso, cambios en el carácter, vómitos y vientre hinchado, aunque estos síntomas pueden estar ausentes y aparecen de vez en cuando.
El único tratamiento eficaz es el cambio a una dieta de por vida libre de gluten y permitir la regeneración de las vellosidades intestinales.
Se puede presentar en cualquier etapa de la vida, y aunque se suele diagnosticar en la infancia, en países desarrollados se diagnostica cada vez más en adultoRocío además nos propone el siguiente vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=iOZOXrnTN6g
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