Esta entrada se la debemos a Laura Muñoz de 4º ESO:
La actividad sísmica se inició a finales de 2009, y dio lugar a una erupción volcánica el 20 de marzo de 2010. Una erupción el 14 de abril de 2010 arrojó ceniza volcánica varios kilómetros en la atmósfera lo que llevó al cierre del espacio aéreo sobre la mayor parte del norte de Europa a partir del 15 de abril, afectando los planes de viaje de millones de pasajeros.
Esta primera erupción no ocurrió en el glaciar y fue menor que la prevista por algunos geólogos, puesto que desde el 4 de marzo se había detectado una deformación del volcán, que presentaba una tasa de crecimiento de un centímetro diario, fruto del ascenso del magma, que fue acompañada de una serie de sismos, lo que hizo desalojar a los habitantes más cercanos al glaciar.
La erupción se dio en una fisura volcánica, abierta en el flanco oriental del volcán, a unos 1000 metros de altitud, de entre 300 y 500 metros de largo y orientada en dirección noreste-suroeste. La lava pasó entre las capas de hielo de Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull. Una docena de fuentes de lava, de cientos de metros de alto, brotó por la fisura. La erupción fue de tipo hawaiano con un índice de explosividad volcánica de 1. Estas fuentes de lava estuvieron acompañadas de un penacho volcánico de menos de un kilómetro de altura, que fue empujado por los vientos hacia el oeste
Una segunda erupción en el cráter superior, en el centro del glaciar, causó el deshielo de éste y las consecuentes inundaciones en los ríos cercanos.
Esta erupción fue de naturaleza explosiva. Dado que esta erupción se produjo bajo el hielo del glaciar, la lava expulsada sufrió un rápido enfriamiento, lo que provocó que se formaran pequeños fragmentos de vidrio que ascendieron dentro de la columna de ceniza, por lo que su presencia en las capas altas de la atmósfera es muy peligrosa para los aviones.
Esta segunda erupción arrojó ceniza volcánica a la atmósfera, llegando a una altura de varios kilómetros y extendiéndose por un área de miles de kilómetros cuadrados,11 causando la interrupción del tráfico aéreo en el noroeste de Europa el 15 de abril de 2010, el cierre de aeropuertos y el espacio aéreo sobre la mayor parte del norte de Europa, así como, la cancelación de miles de vuelos.
Si la nube de cenizas hubiera alcanzado la estratosfera, podría haberse producido un descenso de la temperatura global, ya que las cenizas reflejarían la radiación solar. Si las emisiones hubieran continuado el tiempo suficiente como para que las partículas en suspensión llegasen a interferir con el ingreso de la radiación solar, fue posible un enfriamiento del clima. Además la notable disminución del tráfico aéreo ocasionó una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero de aproximadamente de 2,8 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Bien, aunque poco documentada. Bien los vídeos alguno de ellos, muy interesante. la entrada es poco interesante
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