En esta entrada han colaborado: Paula Pons, Almudena
Quevedo, Pilar Germán, Álvaro Acosta y Paloma Galera
El aluminio es un elemento químico, de símbolo Al y número
atómico 13.
Su nombre inicial, aluminum, fue propuesto por el británico
Sir Humphrey Davy en el año 1809. A medida que se
sistematizaban los nombres de los distintos elementos, se cambió por aluminium,
aunque la primera forma es muy popular en los Estados Unidos.
En el año 1825, el físico danés Hans Christian Oersted,
descubridor del electromagnetismo, consiguió aislar por electrólisis unas
primeras muestras, bastante impuras. El aislamiento total fue conseguido dos
años después por Friedrich Wöhler
El aluminio es el elemento metálico más abundante en la
Tierra y en la Luna, pero nunca se encuentra en forma libre en la
naturaleza. Es el tercer elemento más
común encontrado en la corteza terrestre. Los compuestos de aluminio forman el
8% de la corteza de la tierra y se encuentran presentes en la mayoría de las
rocas, de la vegetación y de los animales.
En estado natural se encuentra en muchos silicatos
(feldespatos, plagioclasas y micas).
Como metal se extrae únicamente del mineral conocido con el
nombre de bauxita, por transformación primero en alúmina mediante el proceso
Bayer y a continuación en aluminio metálico mediante electrólisis.
El principal inconveniente para su obtención reside en la
elevada cantidad de energía eléctrica que requiere su producción. Este problema
se compensa por su bajo coste de reciclado, su extendida vida útil y la
estabilidad de su precio.
En Europa, el aluminio alcanza tasas de reciclado muy altas
que oscilan entre el 50% en envases, el 85% en construcción y el 95% en
transporte. Todo ello se traduce en una producción anual en torno a los 4
millones de toneladas de aluminio reciclado en Europa.
Las propiedades que hacen del aluminio un metal tan
provechoso son: su ligereza (sobre un tercio del peso del cobre y el acero),
resistencia a la corrosión (característica muy útil para aquellos productos que
requieren de protección y conservación), resistencia, es un buen conductor de
electricidad y calor, no es magnético ni tóxico, buen reflector de luz (idóneo
para la instalación de tubos fluorescentes o bombillas), impermeable e inodoro,
y muy dúctil. Además, el gran atractivo es que se trata de un metal 100% reciclable,
es decir, se puede reciclar indefinidamente sin que por ello pierda sus
cualidades.
El aluminio puro es blando y tiene poca resistencia mecánica, pero puede formar aleaciones con otros elementos para aumentar su resistencia y adquirir varias propiedades útiles. Las aleaciones de aluminio son ligeras, fuertes, y de fácil formación para muchos procesos de metalistería; son fáciles de ensamblar, fundir o maquinar y aceptan gran variedad de acabados. Por sus propiedades físicas, químicas y metalúrgicas, el aluminio se ha convertido en el metal no ferroso de mayor uso.
El aluminio se emplea para la
fabricación de espejos de telescopios, en conductores eléctricos, en pinturas
metalizadas, en decoración, en fabricación de explosivos y fuegos artificiales.
También es frecuente su uso en la preparación de aleaciones (con Cu, Mn, Si, etc.) para la industria aeronáutica
Su
aplicación en la construcción representa el mercado más grande de la industria
del aluminio. Millares de casas emplean el aluminio en puertas, cerraduras,
ventanas, pantallas, boquillas y canales de desagüe. El aluminio es también uno
de los productos más importantes en la construcción industrial. El transporte
constituye el segundo gran mercado. Muchos aviones comerciales y militares
están hechos casi en su totalidad de aluminio. En los automóviles, el aluminio
aparece en interiores y exteriores como molduras, parrillas, llantas (rines),
acondicionadores de aire, transmisiones automáticas y algunos radiadores,
bloques de motor y paneles de carrocería.
Actualmente se sabe que el aluminio es un elemento tóxico, ya sea para
vegetales, animales, o humanos, relacionándose muchas enfermedades, con la
acumulación en el organismo de éste, otro ejemplo de la prueba de su toxicidad
es la aparición de aluminio en el cerebro de pacientes afectados por el mal de
Alzheimer, aunque no es el causante directo de la enfermedad, existe la
hipótesis de que el Al interacciona fuertemente con el DOPA y con la adrenalina.