miércoles, 16 de enero de 2013

FUEGO DE SAN TELMO

Esta entrada se la debemos a Patricia Gutierrez, Muchas gracias



Se trata de un fenómeno que se puede observar en la alta montaña cuando se avecinan tormentas, aunque también se aprecia en los mástiles de los barcos (a nivel de mar). El "fuego de San Telmo" son pequeñas chispas o descargas eléctricas minúsculas que saltan de los objetos punzantes y metálicos. Es el caso de los Piolets, crampones, guijarros graníticos puntiagudos, etc... Todos aquellos objetos buenos conductores de la electricidad empiezan a desprender pequeños chasquidos e incluso los pelos se nos ponen de punta.
No hay que perder el tiempo, todo ello indica la proximidad de una tormenta, que puede afectarnos entre media hora y dos horas después. Tenemos poco tiempo para reaccionar, desistir de hacer cima, descender o buscar refugio. Antes señales tan evidentes como el "fuego de San Telmo" no podemos arriesgar a que nos pille el temporal, que puede ser muy eléctrico.


Este fenómeno no es nada nuevo, los marineros lo conocen desde la antigüedad, y fueron quienes le dieron ese nombre (San Telmo es el patrón de los marineros), ya que veían cómo sus mástiles parecían arder sin llegar a consumirse 




El fuego de San Telmo ocurre gracias a la combinación de varios fenómenos eléctricos.
En la naturaleza existen cargas eléctricas. Vienen en 2 presentaciones: positivas y negativas y además siguen la ley de los signos: cargas opuestas se atraen y cargas iguales se repelen.
Es por eso que a la naturaleza le gusta estar en estado neutral, con cargas positivas y negativas bien distribuidas y balanceadas. Una carga positiva intentará alejar de si las demás cargas positivas, e intentará acercar las negativas, para quedar finalmente en conjunto en estado neutro. Sin embargo, las cargas no siempre se mueven tan fácilmente: depende mucho del medio en que se encuentren.
Las cargas se mueven con gran facilidad si se encuentran en un medio conductor, como los metales.  Sin embargo, va a ser muy difícil que las cargas se muevan si se encuentran en un material aislante, como el vidrio o el hule.


Las tormentas eléctricas solo ocurren en un tipo de nube específica: los cumulonimbos. Estas nubes son, sin exagerar, las que reinan los cielos y las nubes. Ninguna otra nube es tan grande ni tan poderosa. Se caracterizan por tener un gran desarrollo vertical pues pueden llegar a medir hasta 20 km de altura. Esto debido a que en su interior hay fuertes corrientes de viento subiendo y bajando constantemente, llamadas corrientes convectivas.



Es básicamente gracias a esas corrientes que dentro de la nube se pueden separar las cargas eléctricas. Por lo general, la base de la nube queda cargada negativamente.
Sin embargo, mover cargas en el aire es muy difícil. El aire es un aislante muy bueno, así que las cargas se seguirán acumulando en la base de la nube, hasta que literalmente ya no resistan más. Entonces ocurre un rayo.
Toda esa carga negativa que se acumula en la nube tiene un efecto sobre la tierra: atraer las cargas positivas. Hay otro fenómeno curioso, llamado “efecto punta”, que nos dice que las cargas tienden a acumularse más en los objetos con gran curvatura, o mejor dicho: en las puntas. Es este el principio básico con el que funcionan los pararrayos. 

De forma que, estando en el mar, el mástil de un barco se vuelve el lugar perfecto para acumular cargas positivas. Pueden estar seguros que es bastante la carga acumulada, al fin y al cabo, toda la nube está empujando con fuerza esas cargas hacia arriba.

El efecto corona ocurre cuando tenemos una acumulación tan grande de carga eléctrica, que el mismo aire de los alrededores queda ionizado. Esto es, las cargas eléctricas que componen al nitrógeno y oxigeno del aire, sienten tanta fuerza que literalmente se desprenden entre sí.
Lo que tenemos ahora es un plasma. A diferencia del aire normal los plasmas son muy buenos conductores eléctricos. Este plasma se encuentra a  una temperatura muy alta, suficiente para empezar a brillar con un bello tono azul – violeta.
El fuego de San Telmo también se puede llegar a observar en aviones, picos de montaña, e inclusive hay quienes dicen que hasta en las astas de las reses.


Un dato final, cada año en España fallecen más personas por descargas eléctricas que ahogados por inundaciones, con un promedio de 10-12 víctimas. No vale la pena arriesgarse, nunca... y consultar siempre el pronóstico del tiempo, claro.




2 comentarios:

  1. PATRICIA GUTIERREZ23 de enero de 2013, 10:28

    Existen cientos de mitos y leyendas relacionados con extrañas luminarias nocturnas. Pequeñas luces, destellos y llamas que aparentemente no responden a las leyes de la física conocida por el momento. De entre todas ellas, quizás las más antiguas sean los fuegos fatuos, unas fugaces luminiscencias que aparecen en cementerios y zonas pantanosas relacionadas con la inflamación espontánea de ciertas materias, pero que en algunos casos, parecen retroceder ante la presencia de observadores. Son pequeñas llamas de colores: verde, rojo, amarillo e incluso azul. Parece que estén flotando en el aire, están bailando o agitándose nerviosamente.
    La espontaneidad y la corta duración de estas luminiscencias las convierten en algo prácticamente imposible de captar en imágenes, lo que aumenta su halo misterioso y enigmático que, desde los primeros reportes hace ya muchísimo tiempo, no ha hecho más que aumentar ante la falta de una respuesta científica a este fenómeno.

    Las teorías son muchas y variadas y van desde la inflamación espontánea de sustancias animales o vegetales en descomposición, fósforo y gases como el metano, organismos bioluminiscentes, o simplemente el brillo de las sales de calcio presente en las osamentas.

    Ciertamente, ninguna de estas teorías explica el porqué las azuladas llamas parecen tener cierto patrón de movimiento, mantener su forma y tamaño durante varios minutos e incluso desplazarse contra el viento. Para los gases se necesitaría una fuente de ignición, los organismos bioluminiscentes difícilmente podrían adoptar la forma y características de una llama, el fósforo no suele tomar los tonos azulados asociados a los fuegos fatuos y las osamentas, por norma general, tampoco forman llamas y suelen estar enterradas…

    Otras teorías relacionan el fenómeno con la electricidad y su aparición espontánea cuando se dan ciertas condiciones climatológicas y geológicas. Los profesores Derr y Persinger, y Paul Deveraux propusieron la teoría de que las luces terrestres pueden ser generadas por la tensión tectónica, que calentaría las rocas vaporizando el agua que contienen. Las rocas piezoeléctricas como el cuarzo producen así electricidad, que es conducida por esta columna de agua vaporizada hasta que alcanza la superficie, apareciendo como luces terrestres. Esta teoría implicaría que la mayoría de las luces terrestres se dan en lugares con tensión tectónica. De ser correcta, explicaría por qué tales luces suelen comportarse de forma errática e incluso a veces aparentemente inteligente, desafiando a menudo las leyes de la gravedad.
    Por último queda la explicación más antigua, la que viene dada por mitos y leyendas del folclore europeo que relacionan directamente los fuegos fatuos con motivos menos terrenales y científicos. Según algunas leyendas, estas extrañas luces son fruto de espíritus malignos que intentan desviar a los viajeros de su camino. En otras se dice que son los espíritus de niños sin bautizar o nacidos muertos que danzan con su luz entre el cielo y el infierno. Otros mitos, más románticos, las relacionan con hadas del bosque o personajes y criaturas un tanto oscuros.

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  2. Buenas Julio soy Borja he encotrado un poco de informacion sobre el efecto jaula de Faraday que mencionaste en clase el otro dia me parecio interesante e investigue un poco aqui te dejo lo que he encontrado

    El efecto jaula de Faraday
    Provoca que el campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio sea nulo, anulando el efecto de los campos externos. Esto se debe a que, cuando el conductor está sujeto a un campo electromagnético externo, se polariza, de manera que queda cargado positivamente en la dirección en que va el campo electromagnético, y cargado negativamente en el sentido contrario. Puesto que el conductor se ha polarizado, este genera un campo eléctrico igual en magnitud pero opuesto en sentido al campo electromagnético, luego la suma de ambos campos dentro del conductor será igual a 0.

    Se pone de manifiesto en numerosas situaciones cotidianas, por ejemplo, el mal funcionamiento de los teléfonos móviles en el interior de ascensores o edificios con estructura de rejilla de acero.

    Una manera de comprobarlo es con una radio sintonizada en una emisora de Onda Media. Al rodearla con un periódico, el sonido se escucha correctamente. Sin embargo, si se sustituye el periódico con un papel de aluminio la radio deja de emitir sonidos: el aluminio es un conductor eléctrico y provoca el efecto jaula de Faraday.

    Este fenómeno, descubierto por Michael Faraday, tiene una aplicación importante en aviones o en la protección de equipos electrónicos delicados, tales como repetidores de radio, discos duros y televisión situados en cumbres de montañas y expuestos a las perturbaciones electromagnéticas causadas por las tormentas

    Funcionamiento

    El funcionamiento de la jaula de Faraday se basa en las propiedades de un conductor en equilibrio electrostático. Cuando la caja metálica se coloca en presencia de un campo eléctrico externo, las cargas positivas se quedan en las posiciones de la red; los electrones, sin embargo, que en un metal son libres, se mueven en sentido contrario al campo eléctrico y, aunque la carga total del conductor es cero, uno de los lados de la caja (en el que se acumulan los electrones) se queda con un exceso de carga negativa, mientras que el otro lado se queda sin electrones (carga positiva).

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